Álvaro Romero
Álvaro Ramírez Romero decidió borrar su primer apellido para homenajear la herencia femenina de su madre. Así, rebautizado como Álvaro Romero, trasladó esta búsqueda identitaria a su propia voz, iniciando un camino de ruptura con la concepción tradicional del cante jondo reconvertido en herramienta de activismo.
Álvaro Ramírez Romero decidió borrar su primer apellido para homenajear la herencia femenina de su madre. Así, rebautizado como
Álvaro Romero, trasladó esta búsqueda identitaria a su propia voz, iniciando un camino de ruptura con la concepción tradicional del cante jondo reconvertido en herramienta de activismo.
Nacido en El Puerto de Santa María y afincado en Sevilla, donde se forma a partir de la escuela clásica flamenca con la que más tarde romperá, comienza a colaborar con las principales peñas del territorio andaluz, tanto como solista como acompañando a algunas de las principales figuras del panorama flamenco, tales como Andrés Marín, José Valencia, Belén Maya, Andrés Peña,Dorantes o Manuel Liñán. En compañía de ellos, pero también solo, recorre la geografía española, presentándose igualmente en países como Grecia, Alemania, República Checa, Inglaterra, Escocia, Italia, Noruega, Rusia, México, Canadá y Japón. Durante el año2009 es cantaor acompañante en diversos cursos impartidos por grandes figuras del baile como Rosario Toledo, Ángel Atienza , Úrsula López, Manuel Betanzos o Alicia Márquez, y desde e2014 trabaja como cantaor acompañante en Centro andaluz de Danza (CAD) junto a los profesores/as Rocío Coral, Miguel Ángel Corbacho y Rubén Olmo.
Artista inquieto, fuera de los tablaos ha colaborado en multitud de propuestas y proyectos sociales. Así, en el año 2012 colabora en Granada con la FAAQ -colectivo que realiza proyectos colaborativos relacionados con la producción social del territorio-basado en la obra de José Val del Omar, junto a la factoría experimental Bulos y Tangerías (Raúl Cantizano y Santiago Barber) y Zemos98 (Pedro Jiménez). En 2016 aparece en el film NO es un cuento flamenco (José Luis Tirado), donde además es co autor de la banda sonora junto a Raúl Cantizano.
En noviembre de 2017 colabora en 10 % de tristeza (Raquel Camacho, Sala Cuarta Pared, Madrid) un proceso de investigación sobre la felicidad.Muy implicado en el activismo de identidad de género, ha participado en diferentes proyectos relacionados con ello, como la perfomance Animals (Teatro de la Maestranza, 2018) junto a la bailaora Cristina Hall, o Pensaor, proceso de creación del bailaor/investigador/escritor Fernando López Parra. Además, prepara junto al productor malagueño Toni Martin un proyecto discográfico a partir de música electrónica y textos de poetas homosexuales como Pedro lemebel (Chile).
En 2018 es invitado por Angélica Liddela participar en la creación de la obra La Tierra, interpretando varios estilos de saetas